— Nota publicada el 7 de marzo de 2019 —
Este 8 de marzo, las mujeres, lesbianas, trans y no binaries paramos y nos movilizamos para que se sigan oyendo con fuerza nuestros reclamos, en el marco de una huelga feminista mundial que viene haciendo historia.
Cuenta con diversos antecedentes, pero podría decirse que el movimiento denominado “paro internacional de mujeres” surgió en octubre de 2016, a raíz de una protesta masiva en Polonia contra la criminalización del aborto y luego en Argentina una importantísima movilización acompañada del primer paro de mujeres de nuestro país, convocado por el colectivo Ni Una Menos y otras organizaciones feministas. El 8 de marzo de 2017 se realizó la primera huelga internacional feminista en más de 50 países. Al año siguiente, se replicó la experiencia sumando más adhesiones bajo consignas como “Nosotras paramos” y “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”.
Este año, el llamamiento del colectivo Ni Una Menos apunta eminentemente contra el avance de las políticas neoliberales,los fanatismos religiosos y la precarización de nuestras vidas, junto con reclamos fundamentales como la legalización del aborto y la erradicación de los femicidios, travesticidios y toda expresión de violencia machista.
Desde el Programa de Estudios de Género (PEG) de la UNAJ, adherimos al paro feminista (un paro laboral, estudiantil, de cuidados y de consumo) y convocamos a las mujeres, lesbianas, trans y no binaries a marchar juntes para decirle basta a la violencia sexistaen todos sus tipos y modalidades, para reivindicar nuestros derechos laborales, nuestro derecho a la educación, nuestro derecho a vivir libremente nuestra sexualidad, a decidir sobre nuestros cuerpos, al reparto igualitario de las tareas domésticas y de cuidado.
Horarios de las convocatorias:
- 14:30hs en el mástil de la UNAJ
- 15hs parten los micros de ADEIUNAJ, ATUNAJ y CEUNAJ a CABA.
- 16hs 9 de Julio y Belgrano, marchamos con CONADU.
“Creemos que el movimiento feminista en toda su diversidad y a través de la herramienta del paro como proceso político de organización transversal, de la marea verde, de la insurrección de las nuevas generaciones, de la escucha colectiva a las denuncias de abuso sexual entendido como abuso de poder, de las genealogías rebeldes que nutren una imaginación radical y de las luchas contra el extractivismo y el despojo de los recursos comunes, está produciendo aquí y ahora una nueva forma política. Una política que viene a cambiarlo todo. Una política que cuestiona los privilegios en todos los espacios, que no ampara la impunidad, que no se conforma con delegar los cambios a los expertos ni a salvadores y que no se somete a hablar en la lengua de la victimización.
El movimiento feminista se ha convertido en caja de resonancia de toda la conflictividad social, tramando alianzas que rompen las jerarquías patriarcales, construyendo complicidad entre luchas, elaborando nuevas prácticas y lenguajes para la emancipación. Por eso, frente al fascismo neoliberal y colonial que quiere redoblar sus violencias, nosotras y nosotres paramos. Paramos porque nos mueve el deseo de revolucionar nuestras vidas. Paramos porque sabemos que se va a caer. Al patriarcado lo estamos derrumbando desde abajo.¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!”(Llamamiento al paro feminista 8M 2019, colectivo NiUnaMenos Argentina).