Por Adriana Himm, Mg. en Trabajo Social, Subdirectora de la Carrera Licenciatura en Trabajo Social (UNAJ)
En estos tiempos de fragilidad, se me juntan muchos sentimientos y muchas ideas… observo a la gente que me rodea en el trabajo (al cual estoy yendo casi a diario), les veo y leo en las redes, en el facebook principalmente… donde la gente escribe más largo. Miro sus fotos. Leo lo que con indignación algunes postean diferenciándose de les indignades de la indignación…
Los primeros días del aislamiento no podía sacarme de encima el dolor de cabeza profundo… como quien no quiere entender la cosa. Lo emocional es lo primero que nos invade. Luego tratando de reflexionar sobre lo que sucedía y para esto, pensando el porqué de ese dolor profundo, pude sacar en limpio un par de variables sobre mi transitar en estos momentos.
En primer lugar, la ruptura de la rutina, el cambio abrupto de dejar de salir, de dejar de verse, de dejar de hacer actividades tan rutinarias que ya no necesitaban agenda, esas de las que muchas veces nos quejamos… Y entonces para una Trabajadora Social y docente no verse con les demás es como una paradoja insalvable, pareciera ser que la razón de mi vida ya no lo es más… estar con otres, enseñar, aprender. Aparece la palabra «dejar», tan relacionada con el abandono, una palabra con historia que hace a la identidad de les sujetes de la intervención.
En segundo lugar, el hecho de entrar en una lógica conducida por otres: la tecnología y la normativa, mediada por les autoridades, que marcaron un ritmo vertiginoso en el quehacer, que se convirtió en pocas horas en una vida profesional completamente direccionada por eses otres, con una lógica diferente. La pérdida del control en la intervención profesional, en los tiempos que organizan la vida personal y familiar sumado al abandono representado por la palabra «dejar» fueron sin dudas las causales de mi malestar, representado por el dolor profundo.
Entonces… ¿cómo seguir siendo esencialmente yo misma, pero estando de las otras maneras que este clima de época requiere, donde el cuidado es inminente y para esto, el aislamiento social es obligatorio?
Y entonces para echar algo de luz a toda esta reflexión filosófica me encuentro con un texto de Rodolfo Kusch que dice «Hay evidentemente una diferencia considerable entre mi existencia y la propuesta para ser, o sea algo así como una contradicción entre mi vida y mi papel que debo jugar, una oposición entre eso en que estoy y lo que debo ser». El autor habla de la duda que se nos genera preguntándonos si nos desempeñamos bien en nuestra profesión – siendo buenes en nuestro desempeño- y continúa con su afirmación «Y eso ocurre porque nos sentimos en el puro estar y tenemos que optar por ser y convertir lo que es en un simple papel a asumir frente a la realidad, sin que seamos realimente».[1]
Con las palabras de este pensador latinoamericano, aparecen otras preguntas frente al posicionamiento personal en este momento. Me centro en el primer tópico planteado que es el de dejar, el que relaciono con el abandono. Y entonces pienso en el desafío que tenemos en estos tiempos para ser leales a nosotres mismes, en palabras de Kusch ¿cómo hacemos para «estar siendo» como fórmula para afrontar este posicionamiento? ¿Desde dónde partimos para conjugar el ser con el estar, el papel que debemos jugar con nuestra existencia? Y allí aparecen muchas representaciones mediadas por el lazo social, una relación hoy mediada por las tecnologías y también por las limitaciones del acceso a las mismas, por la preocupación de docentes y estudiantes frente a esta nueva modalidad de lazo social.
Y para realizar alguna conclusión, siempre provisoria, a los solos efectos de terminar este escrito, me permito decir que en este momento de aislamiento y en esta aparente dicotomía que el autor nos plantea entre el estar y el ser y que el mismo inicia y concluye con el «estar siendo»… la pandemia, el aislamiento, esta nueva forma de vivir la vida, (de ESTAR) nos brinda la oportunidad de SER, a partir del estar donde tenemos que estar, ese modo de estar-siendo es parte de la esencia de nosotres, este tiempo nos brinda varias posibilidades, la de mirarnos el ombligo, y como dice una gran amiga, contar cuantas gotas de alcohol en gel te quedan, o si tu ser, tu estar- siendo está motivado por el encuentro a la distancia, por el vinculo por el compromiso, por la intervención social, te cabe levantar la mirada, encontrarse, enlazarse, dar la palabra, escuchar.
Y aquí cuando las ciencias se ponen difíciles, el arte salva. Escucho una hermosa canción que se llama CUIDAME, del autor Pedro Guerra que canta junto a nuestro hermano Jorge Drexler y dice «yo seré el abrazo que te alivie», «abre los caminos, dame la palabra». Les dejo con estos aportes de Rodolfo Kusch y de Guerra- Drexler para desearles que busquen y encuentren su estar siendo en este tiempo de cuidados y que el aislamiento sea desde este abrazo que nos alivie. Buen comienzo del ciclo lectivo.
Bibliografía:
- Carballeda, Alfredo. ¿Qué nos hace ser Trabajadores Sociales? (2016).
- Kusch, Rodolfo. Obras completas. Tomo II. Cap. 8. «La fórmula de estas siendo». 1975. Ed. Fundación Ross.
- https://www.youtube.com/watch?v=xKGth_h7zVE (Guerra y Drexler).
Notas:
[1] Kusch, Rodolfo. Cap. 8. «Obras completas» tomo II. 1975.