— Publicación del 1 de junio de 2018 —
En el marco de una nueva edición del ciclo Repensar la política, Daniel Artana y Emmanuel Álvarez Agis encabezaron un debate sobre la crisis económica en la Argentina, abordando desde dos miradas las causas y las posibles soluciones.
Daniel Artana es economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas de la Argentina (FIEL) y Emmanuel Álvarez Agis es ex viceministro de Economía y coordinador de la Licenciatura en Economía de la UNAJ. La propuesta, que convocó a estudiantes, docentes, nodocentes y sectores productivos, fue analizar las causas de la crisis que estamos atravesando desde abril y pensar las posibles soluciones para esta crisis desde el punto de vista de cada economista.
En la apertura, el vicerrector Arnaldo Medina enfatizó que “este ciclo que inició en 2015, y ya lleva su tercera edición, es muy importante para nosotros porque plantea tener una mirada crítica sobre las políticas del gobierno; nos permite realizar un análisis, tener distintas voces, contrapuntos. En ese sentido, en este momento especial del país relacionado con las políticas económicas, este debate es muy importante que se dé aquí en nuestra universidad”.
Daniel Artana propuso ver dónde estaba parada la economía para entender el comportamiento del Banco Central en la primera parte de las turbulencias cambiarias. Mirar dónde estaban las vulnerabilidades del programa económico del gobierno, qué es lo que les salió mal en su estrategia, y sobre el acuerdo del gobierno con el FMI.
Algunos puntos de su exposición:
“La economía había tenido una recuperación muy importante después de la crisis de 2008 – 2009. En el segundo mandato de Cristina Kirchner la economía oscila alrededor de un nivel de 2011 pero le cuesta crecer, que en parte se explica porque el contexto externo que era muy favorable para nosotros, vino desfavorable y en parte por algunos problemas de la política económica del gobierno anterior”
“Cuando Macri asume la economía ya estaba en declinación, continúa declinando hasta mediados de 2016 y desde ahí inicia una recuperación alrededor de un 3% y 4% por año. Este freno de la economía y una aceleración de la tasa de inflación que está detrás de la caída de la confianza del consumidor, es un crecimiento que no entusiasma mucho porque es un crecimiento liderado por la inversión, no tanto por el consumo y el consumidor en esta primera parte del año está sufriendo la aceleración de la inflación. Ha habido una recuperación tanto en maquinarias y equipos como en construcción”.
“¿Por qué tenemos déficit fiscal? No porque haya un boom de inversión pública sino porque hay un boom de consumo público. Un país tiene déficit cuando su gasto es mayor de lo que produce. Eso ya ocurría en 2015. Y el dinero que nos prestaron en el mundo fue para financiar el consumo público. Yo creo que la economía va a crecer menos, si es que crece, que se enfría en el tercer trimestre”.
“Para bajar el déficit fiscal, a alguno pone de mal humor porque o se suben los impuestos o se baja el gasto y atrás de cada una de esas cosas hay uno de nosotros. Siempre es conflictivo bajar el déficit fiscal, que no es difícil pero no es agradable”.
Por su parte, Emmanuel Álvarez Agis enfatizó la importancia de discutir de economía desde distintos puntos de vista en un ámbito como una universidad pública, ya que “la forma que tiene la economía de avanzar es discutiendo y discutir con los que piensan distinto. En una universidad que estamos formando economistas tenemos que tener muy presente que el verdadero ejercicio es desafiarse a uno mismo a entender una posición absolutamente distinta y a partir de esa posición, crecer o cambiar lo que uno pensaba”.
Algunos puntos de su exposición:
“En relación a la crisis cambiaria pasa algo paradójico: la mayoría de los economistas estamos de acuerdo en por qué pasó lo que pasó, en que lo que ocurrió fue un poco agravado por mal manejo de la corrida cambiaria y que a pesar de esa situación, estamos lejísimos de una situación como 2001”.
“Cada vez que tenemos un déficit de dólares hay que financiarlo de alguna forma. O vendemos un activo, una empresa o reservas del Banco Central o pedimos plata para el déficit. Y esto se va acumulando”.
“Argentina tiene un déficit comercial por pago de intereses y por salida de utilidades. Cuando el mundo nos mira, mira esto porque lo hace para prestarnos plata. No somos un país que reciba tanta inversión extranjera sino que recibimos fondo. Cuando te prestan, lo primero que se mira es cuánto estás pidiendo; y lo segundo, por qué estás pidiendo, que es lo mismo que decir, para qué lo estás usando. En nuestro caso, Argentina no está pidiendo plata para hacer un gran salto inversor, por ejemplo. Una noticia mejor sería que pidiéramos dólares prestados para generar dólares en el futuro, para invertir en una serie de lugares para que una vez que maduren, los voy a exportar”.
“Se puede generar la moneda en la que pedís el crédito devaluando. En Argentina, cuando hay una devaluación que es muy superior a la inflación –que mejora el tipo de cambio real- la economía genera un superávit de dólares, no generando un boom exportador sino generando una fuerte contracción de las importaciones porque finalmente la devaluación termina siendo recesiva. El tema de los dólares no es un problema de cierto sector social o productivo sino que es de la economía argentina y es tan traumático porque cada vez que los solucionamos nos damos un porrazo”.
“Si pensamos cuáles son las alternativas para generar sobrante de dólares, hay cuestiones técnicas. Algunos economistas dicen que el problema del dólar es un problema cultural, que son los argentinos. No es cultural, es estructural, económico. ¿Cómo se resuelve la falta de dólares?. Hay tres alternativas: boom de inversión extranjera, que en Argentina no nos está saliendo, ni con la retórica del gobierno anterior ni con el actual. La segunda alternativa es bajar las importaciones hasta llegar a cero, hay que bajarlas en 30 mil millones de dólares, que significa cortar la economía a la mitad”.
“Mi principal punto crítico respecto del programa de Cambiemos y el programa del fondo, es que si queremos bajar el déficit externo bajando el déficit fiscal, lo que tenemos que hacer es subir brutalmente los impuestos, algo que es inviable. O bajando el gasto, que te genera indirectamente una caída en las importaciones que genera un superávit fiscal. El único gasto público que se hace estrictamente en dólares es el de importación de combustibles, todos los otros son indirectos y son más costosos. La tercera es una que todos los economistas conocemos, podemos enunciar, que es exportando más. Sería que Argentina exporte 70 mil millones de dólares por año, casi 50% más que ahora. Pero no es tan fácil y es la única forma de salir no recesivamente. Y si atendemos a lo que estudiamos en Economía, que dice que para exportar más hay que devaluar, no exportas más”.