— Nota publicada el 6 de agosto de 2020 —
Los y las integrantes del Bloque Peronista de Rectoras y Rectores de las Universidades Públicas Argentinas expresamos nuestro reconocimiento al Presidente Alberto Fernández, la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al Gabinete Nacional por el exitoso resultado de las negociaciones de la deuda externa que le permiten, hoy, al pueblo argentino vislumbrar un futuro de desarrollo nacional soberano, sustentable, y con equidad.
El Gobierno del Frente de Todos asumió la responsabilidad de conducir el país, a fines del 2019, con una patria endeudada, un pueblo empobrecido y un Estado en default. Así se encontraba la Argentina, aun antes de tener que enfrentar esta pandemia de características tan penosas y dañinas como la que estamos transitando, con impacto sin precedentes en la salud y la economía del mundo entero.
El proceso de endeudamiento al que sometió a la Nación la coalición del PRO, la UCR y la CC, de la misma proporción respecto al PBI que la que contrajo la última dictadura militar, ha sido uno de los más veloces, usurarios, e innecesarios de la historia. A punto tal, que el mismo gobierno irresponsable, que la contrajo, se declaró incapaz de cumplir los compromisos asumidos.
Todo nos indica que se trató de un fracaso planificado. Los objetivos de este endeudamiento fueron facilitar una enorme fuga de capitales y, sin dudas, dejar a la Argentina postrada para poder imponer un nuevo ciclo de políticas de ajuste, destrucción de la industria, y de empobrecimiento de amplios sectores de la sociedad con menos salud y educación públicas y sin desarrollo científico. Hasta el propio FMI se transformó en un aportante, de lujo, de la campaña reeleccionista del gobierno anterior.
Ante una situación tan extrema, con la pandemia de Covid, que se sumó a la de carácter económico que había consumado Cambiemos, una vez más un gobierno surgido del movimiento nacional y popular se comprometió a afrontar las dificultades y reconstruir la Argentina con justicia social. Y para lograr este objetivo se imponía una renegociación de deuda sin postergar a ningún argentino para pagar lo imposible tal como siempre lo manifestó Alberto Fernández.
En este virtuoso proceso de renegociación de la deuda, que hoy celebramos, nuestro Gobierno debió enfrentar fondos financieros que representan lo más descarnado del capitalismo extremo y deshumanizado. Es el que ha sostenido un orden económico mundial que, ante la pandemia, se ha demostrado fallido y con absoluta incapacidad de proteger a la sociedad.
Mientras se mantenían estas negociaciones el Presidente Alberto Fernández daba señales claras de las prioridades de nuestro Gobierno. Allí donde se había desvalorizado la salud pública y el desarrollo científico, recreó ambos Ministerios. Para los sectores más postergados de la comunidad se puso en marcha el IFE, y se fortaleció la AUH. Se generaron herramientas de apoyo a las pymes, el comercio y la actividad económica en general. Y se aseguró la continuidad del proceso educativo.
Destacamos especialmente el relanzamiento del plan de obras en universidades nacionales con más de 60 edificios en 47 casas de altos estudios, que había sido eliminado por Cambiemos en 2018. El incumplimiento y retraso de la ejecución del presupuesto para las Universidades Nacionales producido hasta diciembre de 2019 fue corregido por el actual Gobierno en un gran esfuerzo del Ministerio de Educación para poner las cuentas en orden y al día. Estas son medidas cuyo valor subrayamos por su significado tan valioso para la educación pública.
Reiteramos que el resultado de la renegociación de la deuda es una gran oportunidad para que la Argentina Unida se encamine en una senda de desarrollo nacional, soberano, sostenible, y con justicia social.
Por ello las Universidades Públicas, tal como ya lo vienen demostrando con sus aportes a la lucha contra la pandemia a lo largo y lo ancho de todo el país, seguirán aportando toda su capacidad académica, científica y tecnológica para ser una herramienta de crecimiento con equidad del Pueblo Argentino.