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Derribando barreras

 

— Nota publicada el 23 de agosto de 2022 —

Walter Acosta es el nombre del flamante Técnico en Relaciones del Trabajo y primera persona sorda que accede a un título en la UNAJ. Él se animó en 2015 a iniciar una carrera y el entusiasmo lo llevó a sumar una segunda en 2019. “Una experiencia buenísima cursar en la UNAJ. Es difícil para las personas sordas pero no es imposible. Hay que tomar coraje, tener fuerza y animarse”.

“Mi nombre es Walter. Esta es mi seña personal. Soy una persona sorda y hace muy poquito me recibí en Técnico en Relaciones del Trabajo”. Así se presenta, orgulloso no solo del logro de obtener un título sino de todo el proceso de aprendizaje, que implicó también poder organizar sus tiempos de estudio y trabajo, como atravesar una cursada en pandemia.

Walter tiene 34 años, trabaja en la Oficina de Empleo de la Municipalidad de Florencio Varela. Comenzó a cursar en 2015 y en 2019 sumó una segunda carrera: Administración. Al ingresar- cuenta – que se sentía “un poco nervioso” pero que le puso “muchas pilas”. “Empecé a cursar, a conocer diferentes docentes. Había cursado en el Terciario hasta que me llamaron para trabajar y no podía continuar. Entonces estuve buscando donde cursar y encontré esta universidad. Tomé coraje y entré. Cuando lo hice, me pareció que era la primera vez que una persona sorda venía a esta universidad, no había intérpretes, entonces los pedí y los conseguí. Me sentí muy feliz por eso”.

 

 

La UNAJ cuenta con asesoría e intérpretes para personas sordas. Allí trabaja un equipo de intérpretes y se ofrece también un Taller de Español escrito para las personas sordas, que les permite mejorar la escritura y la lectura, acorde a la carrera elegida.

Fernando Makotrinski es Asesor Sordo y trabaja dentro del equipo de Idiomas. “En este equipo tratamos de dar herramientas y trabajamos con los materiales de cada carrera, accesibilizándolos en lengua de señas. Buscamos adaptar lo que envían los docentes y ayudar a los estudiantes a que puedan avanzar”.

“Lo más importante, nuestro objetivo es que las personas sordas sepan, cada vez más, que pueden recibirse de cualquier carrera, trabajar y hacer lo que más les guste. Estamos muy contentos porque tenemos el primer estudiante sordo, el primer graduado en la UNAJ. Él es un referente, un modelo para que la comunidad sorda vea que podemos estudiar y se puedan sumar”.

“Si yo pude, ellas también pueden”

Walter cuenta que al principio de la carrera tenía otros compañeros oyentes y también sordos pero que luego dejaron de cursar. “Yo les decía ´Yo te ayudo para poder seguir´, pero fueron abandonando y quedé solo yo. Continué, a pesar de trabajar y estudiar y estar un poco ahogado con eso”.

Su primera elección de estudio estuvo relacionada con “los números”, pero después se dio cuenta que no eran lo suyo, y se interesó por la Administración. Luego vino la virtualidad, un nuevo desafío. “Estaba bien porque había que cuidarse pero eran todas clases con zoom, no teníamos contacto con otros compañeros, con los docentes, así que eso también fue un aprendizaje”, asegura.

“Las cosas que me dio la carrera son innumerables, me ayudan muchísimo en mi formación y me doy cuenta que eso me cambió mucho. Me siento muy agradecido con esta institución que me formó, que se preocupó por mí y me dio un montón de cosas muy buenas e interesantes que se vinculan con mi trabajo. Por eso siento que me he formado bastante bien”.

 

 

Para el reciente Técnico en Relaciones del Trabajo la experiencia de cursar en la UNAJ fue muy buena: “Es difícil para las personas sordas pero no es imposible. Hay que tomar coraje, tener fuerza y animarse. Yo a veces no tengo ganas, porque me falta tiempo, porque estoy ocupado, trabajo pero la verdad es una experiencia buenísima y muy interesante”, sostiene.

Walter destaca que es muy importante mostrarle a otras personas sordas que es posible estudiar una carrera universitaria: “Si yo pude, ellas también”. “En el aula, los docentes tienen muchísima paciencia, se dan cuenta. Por ahí es el primer contacto con una persona sorda, igualmente es un esfuerzo de ambos pero se logra. A veces es más difícil y me tengo que esforzar un poco más pero eso no importa, se puede aprobar o no, pero hay que continuar”.

“Yo les quisiera decir a las personas sordas que vengan a la universidad, que prueben, no importa la edad que tengan. Hay muchas personas en la universidad que te podemos ayudar para que continúes, podes elegir algunas materias y van a mejorar tu futuro. Yo elegí una carrera, y ahora con el título le puedo dar más calidad a mi trabajo. Ahora voy a seguir para obtener la licenciatura”.

Cada paso dado es un nuevo logro. “Cuando obtuve el título sentí una alegría, una emoción. Pero no es solamente el título. Es este proceso de aprender, de formarse, de practicar, de mejorarme a mí mismo para el futuro”, concluye.

 

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