— Nota publicada el de abril de 2020 —
Muchas actividades, sino todas, de la economía se han visto impactadas por la pandemia y el consecuente aislamiento preventivo obligatorio de la población. Muchas de estas actividades dependen del ingreso diario o semanal para subsistir, con lo cual se plantea el problema de cómo sostener a estos productores en este periodo. En algunos casos, para se han ido implementando medidas que sigan la misma lógica de salvaguardar la vida ante todo.
La agricultura familiar local también se vio afectada y generó que los productores se acercaran a la universidad. Así surgió el protocolo, una serie de recomendaciones para prevenir el contagio en toda la cadena de provisión de alimentos de la agricultura familiar, realizada con la participación activa de estudiantes y docentes de la carrera de Gestión Ambiental de la UNAJ, a partir de proyectos coordinados por los docentes Gustavo Tito y Percy Nugent.
El documento es resultado de un trabajo conjunto entre el INTA, la UNAJ y Senasa, contribuciones del equipo de fiscalización de la Provincia de Buenos Aires, y ya fue validado por las autoridades de Senasa e INTA. Esta tarea colaborativa pudo lograrse en el marco del Convenio de Cooperación Técnica IINTA-UNAJ.
El objetivo de estas recomendaciones es “generar cuestiones de seguridad en toda la comercialización que se realiza con bolsones”, explica Gustavo Tito.
Esto se aplica a toda la cadena de comercialización de la agricultura familiar: “El productor embala con bolsones en la quinta, lo lleva a un punto, que se denomina nodo, y en ese nodo hay otra organización que puede ser una universidad, una organización social, comunitaria o religiosa que distribuye esos bolsones. También para el caso que sea el mismo productor el que lleve el bolsón a domicilio, de manera tal que en toda esa cadena de comercialización de la agricultura familiar tenga la seguridad sanitaria de que no tenga el virus en ninguna de las etapas”, puntualiza el docente.
Muchos de estos productores participan de la Feria Periurbana, que se realiza habitualmente también en nuestra universidad. ”Al no haber feria, tenían que buscar nuevos canales de comercialización. Dentro de estos nuevos canales, el de bolsones es el más seguro porque hay poco contacto”, señalan.
Recomendaciones
Algunas de las recomendaciones del protocolo son, por ejemplo, dividir las jornadas de trabajo en forma rotativa para minimizar el número de personas y evitar el contacto. También, determinar un área permanente de trabajo para la fragmentación de productos y preparación de bolsones, para asegurar su limpieza y monitoreo, o no compartir la cabina del vehículo para las entregas, y si fuera necesario ventilar continuamente.
