— Nota publicado el 19 de octubre de 2017 —
Con la participación de Eduardo de la Serna, miembro del movimiento Curas en Opción por los Pobres, se realizó la charla Los católicos y el modelo de país, en la cual se planteó un recorrido histórico sobre este movimiento y la situación actual.
Organizada por la materia Problemas de la Historia Argentina, Eduardo de la Serna junto a Marcelo Ciaramella –también integrante de Curas en Opción por los Pobres y docente de la universidad -, brindaron un panorama de un movimiento que tiene sus antecedentes en los llamados sacerdotes del Tercer Mundo.
Para poner en contexto, De la Serna remarcó el lugar que tiene la historia para comprender los hechos y señaló que no se trata de “escupir datos” sino también “saber leerlos, saber interpretar esos datos y obviamente se interpretan desde un lugar, cada uno sabe desde qué lugar mira o si quiere mirar”.
De esta manera, relató los hechos que llevaron a un grupo de obispos comprometerse por “una iglesia pobre” que dieron como resultado un documento al que posteriormente adhirieron más de 400 curas de Argentina y cuya adhesión produjo el nacimiento del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. “Este documento decía en palabras nuestras que ´Otro mundo es posible´. Hablaba del imperialismo internacional del dinero, palabras que ahora ha retomado el Papa Francisco. Este movimiento empezó a juntarse por regiones y luego en reuniones nacionales. Era muy normal que los curas hablaran en contra de la torturas, de los presos políticos, a favor de la democracia”, contó De La Serna.
A su turno, Marcelo Ciaramella refirió que el movimiento Curas en Opción por los Pobres, que comenzó a reunirse en 1986, fue darle continuidad al espíritu de los curas del tercer Mundo y que esta continuidad les planteó una tensión con “una nueva página del mismo compromiso de una iglesia popular, asociada a las esperanzas y a los sufrimientos de los pobres”.
“Otra cuestión que aparece es la relación de la iglesia con la política. Esto depende de cómo se entienda la política porque muchos la entienden como el ejercicio de un rol partidario y normalmente asociado a prácticas deshonestas, pero la política no es eso. Es por definición, la organización de la vida, de la sociedad. Y por lo tanto todo lo que tenga que ver con la distribución y puja por el poder, todo lo que tenga que ver con acuerdos y negociaciones, es política. Que la iglesia es un actor político no cabe la menor duda”, aseveró Ciaramella.
La charla estuvo destinada a estudiantes del Ciclo Inicial como parte de la temática de la materia.
