— Nota publicada el 27 de octubre de 2017 —
Se desarrollaron en la universidad las Jornadas por la Diversidad Cultural con la presentación de mesas de debate, una muestra sobre Migrantes, cine temático, entre otras actividades.
Las mesas debate se centraron en las temáticas de Migración y Ley de Tierras y contaron con la participación de destacadas disertantes. Brenda Canelo, antropóloga e investigadora del CONICET, especialista en la temática de la migración y Reina Torres, Técnica Superior en Economía Social y Solidaria y presidenta del Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses fueron las oradoras de la primer mesa.
Canelo propuso un panorama de la cuestión migratoria en la Argentina y planteó que “la migración es un derecho humano”. La antropóloga expuso una serie de datos estadísticos que dieron cuenta de las falacias en las que se sustentan muchos prejuicios contra los inmigrantes en nuestro país.
En ese marco, puntualizó que “los inmigrantes en la Argentina, según el último censo nacional, son alrededor de 2 millones, con lo cual la proporción de extranjeros en relación a la población total es de 4,5%. Este número es estable desde que se hicieron los primero censos de población en 1869, excepto en algunos periodos históricos. Esto revela que la migración actual no está siendo una migración masiva, descontrolada. La inmigración limítrofe siempre fue de una proporción similar respecto al total de la población, lo que bajó es la inmigración europea”.
“Se plantea la cuestión de los inmigrantes como un problema; se suele decir que quitan el trabajo a los nativos, que hace uso y abuso de los sistemas de educación y salud y que delinquen más que la población nativa, además de que ingresan sin control. Todos estos argumentos son falsos que no tienen sustentos en datos”, remarcó la especialista.
La exposición continuó con las palabras de Reina Torres, quien se refirió a la experiencia de la institución que preside creada hace dos años en Ezpeleta.”Yo empecé a militar en Derechos humanos en 2001. Yo soy argentina de padres bolivianos pero me considero boliviana porque sigo la cultura, entiendo el quechua que es lo más rico que me dejó mi madre”.
Torres contó que el nombre de la organización responde a una mujer boliviana víctima junto a su bebé de la violencia xenófoba. “Marcelina murió a causa de ese odio al inmigrante; la tiraron del tren en movimiento con su bebé de diez meses solo porque era boliviana. Sabemos a lo que llega ese odio entonces. Por eso lo que tenemos que hacer es hablar y trabajar para que eso no vuelva a ocurrir”.
En la región hay diversas comunidades de inmigrantes de Paraguay, Bolivia, Perú, Senegal, entre otra, por ello Torres abogó para que se tome conciencia de que “todos sufrimos algún tipo de violencia y pérdida de derechos en el transcurso de nuestras vidas, no es algo exclusivo de los inmigrantes, por eso creo que tenemos que ser solidarios y ponernos en el lugar del otro, así entendemos al otro”.
Por su parte María Perossa, responsable de la Unidad de Vinculación Cultural de la universidad, expresó: “Generalmente en las Jornadas por la Diversidad solemos además de tratar temas importantes también festejar. Este año nos faltó el festejo porque estamos transitando un momento triste y de dolor”.
Estas jornadas fueron organizadas por el Ministerio de Cultura Presidencia de la Nación, el Monumento a las víctimas del Terrorismo de Estado, Parque de la Memoria, Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, el Centro de Política y Territorio y contaron con la adhesión de la Escuela AYULLU WARISATA, el Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses, y la ONG Casas de Ayuda Social e Integración Boliviana.