— Publicación del 31 de mayo de 2018 —
Desde su creación, la Universidad Nacional Arturo Jauretche cumple la función de formar profesionales para dar respuesta a las demandas de la región. Comenzó con una matrícula de 3 mil estudiantes y luego de siete años cuenta con 20.767 estudiantes regulares, de los cuales el 79 % es primera generación universitaria.
La UNAJ atiende una población estudiantil inserta en un área de influencia con más de 2 millones de habitantes, de alta concentración demográfica y de pobreza, en el sur del conurbano bonaerense. Esta característica se refleja en los 13.870 estudiantes que han solicitado el boleto estudiantil y 9.115 becas pedidas para poder continuar con sus estudios. Otro dato importante es que del total de ingresantes que hubo este año, el 44 % trabaja y el 43 % carece de cobertura de salud.
“La UNAJ me formó en ingeniería y vinculación tecnológica, accedí a una beca de estudios en Europa y por primera vez en mi vida viví una gran experiencia de subirme a un avión, tramitar el pasaporte hasta pensar que voy a ir a un lugar tan lejano a representar a la Universidad. Esto lo logré a pesar de haber nacido en la pobreza y gracias a haber estudiado en una universidad pública del conurbano”, destacó con mucho orgullo Carolina Álvarez, quien actualmente continúa con sus estudios de ingeniería industrial en Francia.
Con respecto a las posibilidades de crecimiento personal y profesional que se alcanzan en la UNAJ, Melina Villalba, egresada en Enfermería Universitaria expresó que “al principio costó porque venimos de una secundaria muy básica y de una familia con pocos recursos. Lo bueno es que la universidad te ofrece posibilidades para el acompañamiento y apoyo para que puedas cursar”, expresó.
Con 28 carreras de las áreas de Ingeniería, Salud, Ciencias Sociales y Administración, y con un sentido profesionalizante -ya que se trata de carreras pensadas en función de las necesidades del territorio- una amplia mayoría de nuestros graduados ha tenido una exitosa inserción laboral.
“De no haber sido por la universidad, jamás me hubiera imaginado en México realizando un intercambio académico, o conocer La Rioja, ni contar con becas para realizar prácticas o para sostener mi estudio. No fueron fáciles los inicios, porque había que trabajar, porque no soy hija única ni tengo padres adinerados. Soy hija de padres trabajadores, tengo cinco hermanos” aseguró Sonia Fretes, egresada de Ingeniería Industrial
El impacto de la UNAJ en el mercado laboral se refleja en la inserción de sus graduados. Ejemplo de esto son los 20 graduados de Enfermería que trabajan en el Hospital Italiano de la ciudad de Buenos Aires, como así también la gran mayoría de los egresados de la Tecnicatura en Emergencias Sanitarias y Desastres que trabajan en distintos municipios de la región y en servicios privados de emergencias. Del mismo modo, ingenieros en Informática, Petróleo y Electromecánica, han sido convocados por importantes empresas.
Este año una de las primeras egresadas de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría ocupó el primer lugar en el ranking de residencias de la Provincia de Buenos Aires que realizará en el Hospital de Niños de La Plata, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia.
El reconocimiento a la calidad de la educación universitaria pública que ofrece la UNAJ también ha llegado de la mano de becas que recibieron estudiantes de Bioingeniería y Gestión Ambiental por parte de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) dependiente de la provincia de Buenos Aires.
A 100 años de la Reforma Universitaria las universidades creadas recientemente en todo el país buscan extender aquella universalización de la educación superior y con un mandato de innovación en la forma de enseñar, aprender y vincularse con la sociedad. La universidad ya está transformando el territorio.