—Nota publicada el 7 de noviembre de 2016—
En el marco de la materia Historia de las Relaciones Laborales de la carrera de Relaciones del Trabajo se realizó la charla “La lucha del frigorífico Lisandro de la Torre en tiempos de la resistencia peronista” a cargo del historiador y director del Centro de Estudios Políticos Arturo Jauretche, Ernesto Salas.
Participaron del encuentro la coordinadora de la Carrera, Florencia Partenio, y la profesora Carina Peraldi, quienes introdujeron al tema de la clase especial pensada como complemento de los contenidos de la carrera.
“Para estudiar la historia de la ocupación de unidades productivas y qué pasa cuando los trabajadores toman la fábrica hay que volver a 1959, el año de la toma del frigorífico Lisandro de la Torre y a los textos de Ernesto Salas”, afirmó durante la presentación de la charla Florencia Partenio, haciendo referencia a La resistencia peronista. La toma del frigorífico Lisandro de la Torre, cuya primera edición data del año 1990.
Para el historiador aquella huelga fue muy recordada por la Resistencia Peronista y como antecedente del Cordobazo y de las insurrecciones de fines de los ’60. “Fue una huelga de fábrica que terminó insurreccionando el barrio de Mataderos, y en un momento preciso de la Resistencia Peronista, no en cualquier momento, por eso es recordada esa huelga aunque hubo muchas huelgas que no son tan recordadas”.
Para la Resistencia Peronista la toma del Frigorífico “significó un quiebre, un clivaje, entre lo que sería la etapa de la insurrección y la etapa de la guerrilla, porque se probó en esos días que la insurrección no funcionaba, porque hubo huelga general, atentados, distintos tipos de acciones violentas que no voltearon sino que por el contrario consolidaron al gobierno de Frondizi porque los dirigentes sindicales sintieron que era mejor que los militares”, explicó Salas.
“Fue el inicio de una derrota del movimiento obrero porque el gobierno de Frondizi se opuso de manera intransigente a eliminar cualquier tipo de mediación y en un año acabó con las huelgas. Se la recuerda como el principio del fin de la primera etapa de la Resistencia Peronista”, agregó.
En enero de 1959 Fuerzas conjuntas del Ejército, la Policía y la Gendarmería desalojaron violentamente el frigorífico de la Capital, que había sido ocupado por sus trabajadores para evitar su privatización. Se declaró la huelga general por tiempo indeterminado, los vecinos y obreros de Mataderos combatieron contra las fuerzas represivas.
El episodio fue también la reacción a la aplicación del primer plan económico recomendado por el Fondo Monetario Internacional. Como respuesta, el gobierno de Arturo Frondizi ordenó la movilización militar de los obreros y amenazó con la aplicación del Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado). Contra ello, y en apoyo del conflicto, los comandantes de la Resistencia Peronista hicieron estallar cientos de bombas en Buenos Aires.
