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Sede Central UNAJ

El Consejo Superior mediante la Resolución C.S. Nº 049-17 prorroga la emergencia Económico-Financiera declarada el 19 de diciembre de 2016 y en virtud de estar próximos al vencimiento del plazo de 180 días establecido, se decidió extenderla por otros 180 días.


Serios problemas de infraestructura, falta de equipamiento para los laboratorios, mobiliario para las aulas, materiales didácticos básicos y fondos para tareas cotidianas de mantenimiento son solo algunos de los inconvenientes que la Universidad Nacional Arturo Jauretche tiene que afrontar para poder llevar adelante la institución, por lo cual decidió prorrogar por otros 180 días la Emergencia Económica.

La UNAJ cuenta con una nutrida matrícula de 20.000 estudiantes quienes muchas veces no cuentan con todo lo necesario para garantizar la calidad educativa que merecen. El crecimiento año a año ha superado todas las expectativas, con lo cual los desafíos para la institución también se han redoblado.

Una de las dificultades que atraviesa la institución es que el Instituto de Ciencias de la Salud no cuenta con edificio propio para poder dictar sus 8 carreras. La UNAJ necesita también nuevas aulas pero al no contar con esta posibilidad, hoy en día debe recurrir a 15 aulas de 2 colegios de Berazategui en el turno de 18 a 22 horas.

Los problemas de infraestructura afectan también a espacios específicos como son los laboratorios básicos morfología y microscopia para las carreras del Instituto de Ciencias de la Salud que aún no han podido ser montados ni equipados.

Del mismo modo, tampoco se pudo completar el laboratorio de química para la carrera de Bioquímica e Ingeniería en Petróleo, ni el gimnasio para prácticas y rehabilitación en la carrera de Kinesiología y Fisiatría. También faltan insumos necesarios para las carreras de Salud e Ingeniería tales como materiales descartables, reactivos, materiales de vidrio y polipropileno e insumos generales para el resto de las carreras.

Otros espacios muy utilizados por los estudiantes son la Biblioteca central, que cuenta con un espacio físico muy reducido, y el aula pública de computación, que en la actualidad funciona debajo de una escalera, con solo 5 computadoras para los 20.000 estudiantes.

En relación al mobiliario, insumos y materiales para el normal funcionamiento de la universidad, la UNAJ aún no ha podido equipar todas sus aulas con los pupitres, las pizarras, los proyectores y la climatización necesaria en época invernal, cuando se hace insostenible permanecer en el aula. Tampoco cuenta con una sala de profesores o espacio para el trabajo de sus investigadores, como así también está pendiente la ampliación del comedor universitario actual.

Los inconvenientes presupuestarios se ven reflejados también en la imposibilidad de realizar gastos menores como la reposición de vidrios y ventanas en las aulas o la reparación del ascensor para discapacitados. Asimismo, tanto el otorgamiento de becas de comedor, la ampliación de becas de guarderías y la posibilidad de movilidad estudiantil y docentes para intercambios académicos y de investigación se han visto seriamente afectadas con esta situación.

La universidad ha logrado acompañar con mucho esfuerzo este vertiginoso crecimiento, lo cual ha significado, hasta el momento, un trabajo adicional para sostener la calidad académica en el marco de una situación muy crítica. Este panorama plantea nuevos desafíos que requieren también el cumplimiento de las áreas correspondientes del Estado para que la educación de calidad y con inclusión siga siendo una realidad en nuestro país.

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