—Publicación del 18 de agosto de 2016—
El Director del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Dr. Pablo Gentili, disertó sobre “Educación, Igualdad y Justicia social en América Latina” en el marco de la presentación del PREINPU, el Programa de Educación Inclusiva y Pedagogía Universitaria, recientemente aprobado por el Consejo Superior de la UNAJ.
Doctor en Educación por la Universidad de Buenos Aires y profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Gentili analizó los avances efectuados en los últimos 15 años en la democratización de los sistemas educativos latinoamericanos, al tiempo que criticó los embates que desde distintos sectores se lanzan sobre la educación, culpándola de todos los males de la sociedad.
“La temática de la educación y de la justicia social para nosotros es central. Es una temática que recorre permanentemente nuestras aulas, nuestras preocupaciones y nuestra realidad”, dijo el rector de la UNAJ, Ernesto Villanueva, durante la presentación del PREINPU, una iniciativa que trabajará sobre cuatro líneas de análisis e intervención: investigación educativa; formación docente desde el enfoque de la investigación-acción; el análisis y revisión de los diseños curriculares de la universidad; y la relación entre la universidad y el sistema educativo en su conjunto.
Educación, Igualdad y Justicia social en América Latina
La conferencia del Dr. Pablo Gentili estuvo centrada en analizar por qué pese a los innegables avances de los sistemas educativos de la región, que implicaron una profunda democratización de la educación en América Latina en la última década y media, aún perdura un discurso dominante que con bajo el concepto de “calidad” niega las progresos alcanzados y responsabiliza a la educación de todos los males sociales. Asimismo propuso repensar el rol y la función del sistema educativo, vinculando su misión a un rol político transformador.
“Si de algo deberían enorgullecerse los países de América Latina es de sus sistemas educativos, sin embargo todos reniegan de ellos”, sostuvo Gentili, al destacar que pese al “enorme proceso de expansión y universalización de las oportunidades de acceso al sistema” concretado en la región, amplios sectores de la opinión siguen colocando a la educación “en el lugar de la crisis, de la deuda, del fracaso”.
Luego de repasar el proceso de ampliación de los sistemas educativos, que con distintos niveles de avance se dio en la gran mayoría de los países de la región, Gentili destacó el proceso de socialización del derecho a la educación alcanzado en la última década y media en América Latina, del que dan muestra ejemplos como Brasil, que desde 2003 a 2010 duplicó la matrícula universitaria, o “el enorme avance social que significó la creación de nuevas universidades en la Argentina”, del cual puso como ejemplo a la UNAJ.
Entre los datos que dan cuenta de este proceso enumeró la expansión de la matrícula, el aumento de la inversión pública en educación, la expansión de los planteles profesionales, la diversidad de programas y reformas de los sistemas jurídicos escolares, entre otros.
Sin embargo, “hoy se popularizó una idea de que la calidad de los aprendizajes ha empeorado”, señaló el intelectual. Este hecho explicaría en gran medida el subdesarrollo y los altos niveles de pobreza de los países de la región, se sostiene desde este punto de vista.
Lejos de esta percepción social Gentili aseguró que “objetivamente tenemos un sistema mejor” y para revertir esa imagen negativa hay que “entender el papel que le cabe a la educación en una sociedad democrática” y “repensar cuál es la función del sistema educativo”.
En ese sentido, además de la de producir y reproducir los saberes necesarios para la actividad humana (no solo los profesionales-laborales) y la de enseñar “cosas para vivir mejor”, el sistema educativo tiene como misión principal “romper los monopolios del saber, y en ese sentido el sistema está mejor hoy que hace 30 años”, aseguró.