—Publicación del 01 de junio de 2016—
Eduardo Fidanza, sociólogo y director de la consultora Poliarquía, analizó en el marco del ciclo de charlas y debate “Repensar la Política: La Argentina que se viene” en la UNAJ, las campañas políticas de la última elección en clave de comprender la presidencia de Macri “que cuenta con un 60 % de aprobación” en un país donde históricamente predominó la tradición de alternancia en el poder del peronismo y el radicalismo.
El Lic. Eduardo Fidanza se refirió a este cambio como un giro del “humor social” que llevó a la presidencia a Mauricio Macri. Al respecto estimó que las campañas estuvieron condicionadas, entre otras cuestiones, por la idea de que había cosas a mantener y otras a cambiar y quien interpretara mejor qué había que mantener y qué había que cambiar iba a salir beneficiado”. Por ello, tanto Macri y como Massa “se vieron obligados a suscribir buena parte del programa kirchnerista”.
“El partido ganador es un partido nuevo, moderno que tiene 12 años. Cabe preguntarse qué es lo que está pasando en la Argentina. Cuando uno hace los análisis politológicos, el peronismo es uno de los partidos de masas más importante del mundo, desbancado del poder por un pequeño partido que tiene 12 años y que genéricamente es de centro o centro derecha. Es una pregunta que hay que hacer”, propuso en su exposición.
Con ánimos de promover un debate abierto, no solo basado en datos cuantitativos, Fidanza planteó una hipótesis de trabajo. “El peronismo más el radicalismo como socio menor, más allá de sus debates, han tenido algunas prácticas y políticas públicas en común. Hay una trayectoria de ampliación de derechos civiles y económicos que han ido construyendo a través de los años y que para mí está en el sentido común de los argentinos, las costumbres. El peronismo ha hecho mucho en este sentido”.
Por esta razón, consideró que “para ganarle al populismo, Macri tenía que volverse populista. No se podía desde otra lógica. El contenido de la campaña electoral iba a ser un contenido por el cual un dirigente opositor al kirchnerismo y al peronismo iba a tener que empezar con un discurso que le confirmara al votante que iban a ser mantenidas una cantidad de políticas vividas por la gente como conquistas”.
“En las campañas, hay un determinado momento en que un candidato es revestido por una especie de carisma momentáneo, cuando la corriente social de opinión lo enviste es cuando ve en ese candidato al próximo presidente. Cuando dos días antes, el 53% creía que Macri iba a mantener los logros del kirchnerismo, ahí se había convertido en un político populista”, aseguró Fidanza.
Al dar cuenta de las contradicciones a las que se enfrenta el nuevo gobierno, el sociólogo señaló: “El kirchnerismo abultó el gasto público hasta violentar las lógicas del capitalismo, pero haciendo esto generó políticas que objetivamente favorecieron a muchos sectores de la Argentina. Aquí, viendo la evolución del valor salario en la última década, se ve que tuvo un aumento muy importante, que a pesar de las pequeñas recesiones que hubo durante el kirchnerismo, no significaron enormes sacrificios. Pero violentar la lógica del capitalismo tiene sus consecuencias y creo que se lo hizo sin un programa para saber cómo se sigue. De todas maneras, todos sabíamos que una vez llegados al gobierno iba haber que hacer algo. Pero ahí tenemos una discrepancia importante porque la gente quiere una preponderancia del estado muy significativo y en relación al gobierno actual, yo veo una contradicción, porque por un lado hay que reducir el gasto público y por el otro se propone un plan de obras públicas. A Macri le gusta ser popular, no quiere ser populista; los factores de poder dialogan con él porque tiene 60 puntos de aprobación, pero tiene que resolver esta contradicción”.
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