— Publicación del 26 de junio de 2018 —
Organizada por el Programa de Estudios de Política y Sociedad Raúl Scalabrini Ortiz y la carrera de Trabajo Social, se llevó a cabo la presentación del libro “Estudios sobre Brasil”, del sociólogo y docente de la UNAJ Aritz Recalde.
El libro presenta las conclusiones del proyecto de investigación “Modelos de desarrollo Argentino-brasileño en el período 2003-20011” y está centrado en el análisis del gobierno de Lula Da Silva, su trayectoria en el gobierno desde su triunfo electoral en 2002 hasta la culminación de su segundo mandato en la antesala del gobierno de Dilma Rousseff, poniendo el foco en cuestiones sociales, geopolíticas, de construcción del Partido de los Trabajadores y en las reformas sociales del período.
La presentación contó con la presencia del periodista y especialista en la política del Brasil, Martín Granovsky, del rector de la UNAJ, Ernesto Villanueva y de la coordinadora de la Unidad de Gestión de la Investigación, Dolores Chiappe.
“Para nuestra universidad la temática de América Latina es de suma importancia, más en un contexto político, económico y social como el que estamos viviendo” dijo el rector en la apertura del encuentro.
“Todos sabemos que a principios del siglo veintiuno casi toda América Latina vivió una época de avance, y también sabemos que desde hace unos pocos años hay retrocesos políticos y económicos enormes”, sostuvo en referencia a la actualidad de Brasil y Argentina, uno de los ejes sobre los que giró el debate.
Columnista del diario Página 12 y estudioso de la política brasileña, Martín Granovsky destacó aspectos centrales del libro de Aritz Recalde con los cuales coincidió, como la idea de que si a Brasil le va bien a Argentina le va bien. “Sin Brasil la Argentina no tiene destino”, aseguró.
Luego destacó el concepto de ruptura para entender la experiencia del gobierno de Lula Da Silva en Brasil: “Hay una especie de mito argentino sobre Brasil que dice que en Brasil lo que prima es la continuidad, y en realidad no fue así”, dijo.
Granovsky profundizó en la idea de destino compartido de ambos países. “Para Argentina el desarrollo de Brasil y la existencia de un socio, hermano y aliado justo, es no sólo una condición de una vida mejor, es para Argentina tal vez condición de existencia nacional. Es difícil imaginar una Argentina desarrollada como nación, un pueblo argentino desarrollado con justicia social, sin un Brasil justo y desarrollado al lado. Sucedió en los últimos años cuando esa condición bajo el liderazgo de Lula se dio”.
Finalmente se ocupó de caracterizar el actual gobierno de Michel Temer, producto del golpe contra la sucesora de Lula, Dilma Rousseff.
“El golpe en Brasil es un proceso de contra-reforma”, planteó parafraseando a su amigo Marco Aurelio García: “si nosotros sólo decimos que el golpe en Brasil significa la vuelta de un gobierno neoliberal, y que el triunfo de Mauricio Macri y Cambiemos en la Argentina significa la vuelta de un modelo neoliberal y nos quedamos en eso vamos a ser a-históricos. Vamos a reforzar la idea de que vuelve algo y que no hay nada nuevo y vamos a obturar la posibilidad de analizar qué es lo nuevo”.
“Lo nuevo de esto es que los procesos neoliberales anteriores (Menem en Argentina, Fernando Enrique Cardozo en Brasil) vinieron después de procesos de transición democrática pero no de procesos de reformas profundas. En cambio gobiernos como el de Michel Temer y el de Mauricio Macri vienen después de procesos de reforma, y eso marca un objetivo. El objetivo de estos gobiernos es ejecutar políticas regresivas y que esas políticas regresivas duren mucho en el tiempo. Que sean irreversibles. Que sean difíciles o imposibles de remontar. Que marquen ciclos históricos completos”, agregó.
Por su parte, Artiz Recalde sintetizó el contenido propuesto en el libro y caracterizó la experiencia de Lula y el PT en el poder.
“El primer elemento del gobierno de Lula es la construcción de un país potencia mundial, que construyó un liderazgo en América Latina a partir de promover organismos de integración regional como la UNASUR y su consejo de seguridad. El segundo es la construcción de un Brasil industrial. Programas de apoyo al desarrollo, centrados en el Banco Estatal o políticas energéticas y de intervención de su país. La economía creció durante su mandato cinco puntos anuales, generó 14 millones de puestos de trabajo y sacó más de 50 millones de personas en la pobreza. En el plano social hizo más que lo que se hizo en toda la historia brasileña anterior”, destacó el autor.