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Entrevista a Pablo Perazzi realizada por el diario Grito del Sur
– ¿En qué consiste la campaña «Universitaries y Científiques Solidaries»?
La campaña es un dispositivo de intervención en los territorios más castigados por la pandemia y la desidia del gobierno de la CABA. Obviamente, no cubrimos todas las demandas sino que orientamos las acciones en función de atender a aquellos entramados sociales que tienen vinculación directa o indirecta con el ámbito académico y/o científico, desde programas de extensión universitaria, equipos de cátedra, prácticas profesionales hasta proyectos de investigación radicados en el CONICET o la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Aun nos encontramos en la fase inicial: el armado de redes, el contacto con las/los actores territoriales (comuneras/os, referentes barriales), la identificación de cátedras y programas de acción universitarios. Iniciamos una campaña intensiva de recaudación de fondos y mercadería, y donaciones de obras de artistas que serán sometidas a subasta.
En poco más de 10 días hemos llevado a cabo dos intervenciones cuyo saldo ha sido muy positivo. La primera de ellas se desarrolló el jueves 7 del corriente en el Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. En el marco de la jornada atendimos las necesidades materiales de unas 30 familias que los profesionales del CIDAC vienen considerando prioritarias debido al agravamiento del contexto doméstico en el marco de la crisis sanitaria. Asistimos también en contención psicológica, dadas las múltiples afecciones derivadas de las condiciones de la cuarentena. Identificamos otras áreas sobre las cuales podríamos eventualmente poner los conocimientos a disposición, como el trabajo en las huertas que se encuentran actualmente en el predio y el armado de huertas en escala reducida que las y los vecinos puedan sobrellevar. Además advertimos que existen dificultades de índole jurídico-administrativas relacionadas con el IFE y otros trámites de ANSES y PAMI. Resumidamente, pusimos a disposición de un segmento de la población de la Comuna 4 las experticias de psicólogues, agrónomes y abogades.
La segunda intervención la concretamos el pasado sábado. Consistió en la distribución de alimentos para unas 1200 raciones de comida y la entrega de productos de higiene y limpieza en el Centro Vecinal del Barrio Zavaleta de la comuna 4 y el barrio Ramón Carrillo de la comuna 8.
El próximo sábado volveremos a realizar acciones en el CIDAC. En ese caso, se dispuso cubrir las necesidades de las 30 familias con las que ya venimos trabajando, a las que se agregarán otras 25. La idea es dar continuidad a la campaña no solo mientras dure la pandemia sino también cuando se levanten las restricciones, donde a todas luces se sabe que los problemas se extenderán más allá de la relativa vuelta a la normalidad.
– ¿Quiénes la conforman? ¿Cuáles son sus principales objetivos?
La campaña la integran FEDUBA Sindicato de Docentes de la UBA -que es quien tomó la iniciativa en concordancia con lo dispuesto por la CTA de los Trabajadores y la CONADU- agrupaciones estudiantiles, trabajadores docentes y no docentes e investigadores. El principal objetivo es poner a disposición de los más necesitados las distintas herramientas y saberes de nuestros respectivos campos profesionales y de acción. Sabemos que nuestro aporte es modesto y limitado aunque hemos logrado movilizar, a través de la participación directa o diferida (donaciones), a diferentes sectores de la comunidad universitaria y de la comunidad científica. En ese sentido, podemos afirmar que nos sorprendió favorablemente la rápida acogida que tuvo la campaña. Creemos que el efecto movilizador y las repercusiones que ha tenido en los claustros universitarios han superado las expectativas.
– ¿Por qué surge la necesidad de construir una campaña de estas características en este contexto?
Como señalamos más arriba, la iniciativa surgió de FEDUBA en el marco de las campañas solidarias impulsadas por la CTA de los Trabajadores y la CONADU. Nosotros no somos un sindicato corporativo, siempre nos interesó, además de defender los derechos de les trabajadores docentes universitaries, tener una mirada más integral, capaz de intervenir con eficacia en diferentes órdenes y fundamentalmente con los ojos puestos en aquellos que más lo necesitan. Es decir, más allá del contexto que nos toca transitar, entendemos que lo que estamos haciendo forma parte de nuestra tradición de construcción sindical. Ahora cobra más relevancia pero no era extraño para nosotros. Asimismo, como nuestra línea política siempre fue la de interlocutar con otros actores, ya veníamos con una red preexistente que se puso en funcionamiento casi de manera automática. Con las agrupaciones estudiantiles, las comisiones internas no docentes, los investigadores, etc., teníamos muchos años de antecedentes de trabajo conjunto y coordinado.
– ¿Cuál debe ser el rol de la comunidad universitaria ante la pandemia?
La comunidad universitaria no es homogénea. Hay universidades, en particular las nuevas del conurbano, en cuyo ADN la perspectiva territorial era prevaleciente. Hay otras, como la UBA, que si bien tiene una tradición extensionista de casi 7 décadas, la perspectiva territorial es un poco más difusa. En tal sentido, la campaña no solo ha venido a oxigenar los vínculos entre la universidad y sociedad sino también a dinamizar tales vínculos con el auxilio de las organizaciones libres del pueblo: los sindicatos, los estudiantes y las redes sociales y territoriales.