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Por Rolando Salas, Subsecretario de Medio Ambiente de Quilmes
La pandemia está mostrando que la vulnerabilidad o mortalidad humanas no son democráticas, sino que dependen del estatus social. La muerte no es democrática. La Covid-19 no ha cambiado nada al respecto. La muerte nunca ha sido democrática. La pandemia, en particular, pone de relieve los problemas sociales, los fallos y las diferencias de cada sociedad.
Byung-Chul Han, filosofo.
Este trabajo intenta trazar una breve pincelada sobre el escenario actual, en el Municipio de Quilmes, en el que coexisten circuitos formales e informales de recolección de residuos, prestando especial atención a la experiencia de las personas que trabajan en los distintos pliegues del subsistema del reciclado. En este marco los recolectores urbanos trashumantes están padeciendo crecientes dificultades para realizar su actividad por la dramática confluencia de dos factores: la pandemia COVID 19 y la crisis económica resultante.
Consideramos que la actividad del reciclado de materiales representa un dramático espacio de confluencia entre necesidades y rentas excepcionales. En un extremo, vemos trabajadores empobrecidos y recolectores que transitan la ciudad en distintos medios de locomoción, con ingresos diarios acordes al tipo de vehículo que emplean y la frecuencia de sus recorridos. En el otro extremo, varias ramas industriales que se abastecen en un alto porcentaje de materiales reciclables que consumen como materia prima.
En el medio, los depósitos que conectan estos extremos distantes pero integrados. En este sentido las estrategias de sobrevivencia de los agentes más vulnerables, requieren una fluida articulación con estos intermediario que aglutinan una porción de los residuos reciclables de un territorio heterogéneo con amplias áreas social y ambientalmente vulnerables y lo articula con la industria que recicla y enlaza así, pobreza y acumulación, precariedad y desarrollo, retazos del consumo, desechos y mercancías (Schamber, 2008).
Este sector denominado en la jerga del ambiente como “los depósitos”, “galponeros” o “acopiadores”, o simplemente “intermediarios”. Son actores importantes del subsistema del reciclado que se especializan, en algunos casos, en el manejo de un tipo particular de material por ejemplo, los depósitos que trabajan preponderantemente con recortes o refiles de papeles son “recorteros”, los que trabajan con metales ferrosos son “chatarreros”, con metales no ferrosos “metaleros”, con plásticos “plastiqueros”, etc.
La modalidad de los centros de acopio es similar, los recolectores “dejan” los materiales seleccionados, se les paga por peso, por grupo de material y los mismos se revenden a depósitos, galpones o industrias del conurbano. Una característica particular del sector es que las transacciones son siempre al contado o también incluyen alquileres de vehículos para la tarea, carros de mano o con tracción a sangre, con los conflictos que presupone este medio de locomoción.
Los depósitos se caracterizan también por la cercanía del lugar de residencia y de recolección de los cartoneros y demuestra la capacidad de la empresa para articular territorios socioeconómicos ligados por un lado a la pobreza y, por otro lado, a la producción industrial.
En cuanto a su ubicación geográfica los depósitos más importantes se encuentran ubicados en la zona el corredor de Camino General Belgrano entre Montevideo y calle 835, San Francisco Solano, Villa Itatí, Villa Azul, Villa IAPI, la Sarita, Santa Lucía, Km 13, Barrio Saionara, y los nuevos asentamientos de la Ribera de Quilmes.
Estos territorios de pobreza, donde se materializan las relaciones sociales y económicas se encuentran afectados por las duras condiciones de la cuarentena decretada por la pandemia del COVID 19 y el cierre parcial o total de los nexos del sistema de reciclado, por el deterioro de los precios relativos de los materiales y por la posibilidad de tomar contacto con materiales contaminados. También podrían transformarse potencialmente en puntos de contagio para un sector de por sí, susceptible a diversas enfermedades.
Esta crisis marca la necesidad de revisar el rol del Estado en el conjunto del subsistema económico del reciclado y en particular sobre los denominados intermediarios ligados al reciclaje. Esta intervención debería tener una amplia visión holística que contemple la existencia de una capacidad instalada y una experiencia histórica, que facilite las intervenciones públicas en forma más eficiente. Dada la crítica situación sanitaria actual, la urgencia de la mejora en las condiciones de trabajo y de vida de los recolectores informales, que requiere una inmediata política de concientización, sanitización y promoción socio ambiental donde estos actores pueden jugar un importante papel.
Referencias
- Pablo Schamber / Miguel Lacabana / Federico Moreno Trayectoria y actividad productiva de un acopiador de residuos reciclables de Quilmes
- Dr. Schamber Pablo J. Antropólogo (UNaM-UBA), Docente-Investigador de la Universidad Nacional de Lanús e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes; pschamber@hotmail.com
- Pi Puig, A. (2015). Algunas reflexiones en torno a la gestión de la basura en contextos de pobreza urbana a partir del estudio de caso en los barrios La Unión y El Mercadito (La Plata, Argentina). XI Reunión de Antropología del Mercosur, 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015, Montevideo, Uruguay.
- En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.8748/ev.8748.pdf