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Por Ariana Crescente. Estudiante de la Licenciatura en Trabajo Social (UNAJ).

Covid-19: El nuevo desafío de los cuerpos gestantes

El 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró el brote del nuevo coronavirus (Covid-19) como una pandemia. Dada la velocidad en el agravamiento de la situación epidemiológica a escala internacional, se requirió la adopción de medidas inmediatas para hacer frente a esta emergencia sanitaria.

En nuestro país, el 20 de Marzo el presidente Alberto Fernández junto a sus asesorxs decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), como herramienta provisoria para ralentizar la propagación del virus y por consiguiente en colapso del sistema sanitario nacional, por medio del DNU 297/2020.

Con la llegada de la pandemia, muchos aspectos de la vida cotidiana se vieron afectados, desde estudiar o trabajar hasta lo más natural, como dar a luz. Un nuevo desafío se desbloqueo para las personas en proceso de gestación; quienes anteriormente ponían su énfasis en conseguir profesionales empáticos para seguir su embarazo, el nombre de su futuro hijo/a, informarse sobre procedimientos y estudios pertinentes para cada etapa, imaginar ¿Cómo sería el/la nuevo/a integrante de la familia? o simplemente ¿Qué pañales utilizar?, entre otras cosas.

Al contar con un sistema de salud saturado, en donde los protocolos son más estrictos y el miedo a lo desconocido cada vez se hace más fuerte, salen a la luz una serie de discursos y situaciones, que dificultan el acceso a un parto respetado y humanizado. El cierre de consultorios para realizar diversos estudios, la reducción de consultas médicas junto con la argumentación de la falta de insumos y la idea de “disminuir el caudal de circulación dentro de la institución”, provocan que la persona en etapa de gestación se encuentre solas, sin la compañía de alguien de confianza tanto en el trabajo de parto, parto y postparto. Asimismo, estas situaciones motivaron la incorporación de nuevas plataformas tecnológicas, para brindarles herramienta de contención y seguridad, a través de los cursos de pre parto virtuales; sin embargo, no se tuvo en cuenta las diversas particularidades de cada persona (acceso a internet, dispositivos tecnológicos, recursos económicos, entre otros).

Lo anteriormente expuesto, se ve reflejado en un estudio realizado por el Observatorio de Violencia Obstétrica (OVO), que dio a conocer resultados alarmantes sobre este tipo de violencia, dentro de nuestro territorio en cuarentena. Arrojando que a un 76% de las personas en gestación sufrió la cancelación de algún turno de atención médica y el 59% no recibió alternativa para realizar el seguimiento de su embarazo; asimismo el 49% de los nacimientos fueron inducidos y el 50% terminaron en cesáreas indebidas.

A pesar de existir la Ley 25.929 de Parto Humanizado (2015) que define este tipo de violencia como “aquella que ejerce el personal de salud, tanto en el ámbito público como privado, sobre los cuerpos gestantes y sus procesos reproductivos” y en consonancia con ella, la publicación de las “Recomendaciones para la Atención de Embarazadas y Recién Nacidos en Contexto de Pandemia”, dictada el 20 de Julio por el Ministerio de Salud Argentino. No se ha logrado preservar a las miles de mujeres y cuerpos gestantes, que esta problemática social afecta y tiene como protagonistas; donde sus repercusiones perjudican el normal desarrollo del grupo familiar, pone en riesgo la salud del recién nacido y de la persona en etapa de embarazo, parto o postparto.

Al ser una situación que implica violencia de género, salud pública y derechos humanos, se observa claramente la extrema desigualdad relacionada con el género, etnia, edad, orientación sexual, entre otras; impuesta a lxs cuerpos reproductivos, a causa de su posición subordinada dentro de la sociedad patriarcal. Estas relaciones de poder, son puestas en tensión y advierten sobre la casi nula formación de profesionales con perspectiva de género y derechos humanos; ocasionando que las mujeres y cuerpos gestantes, en las etapas de embarazo, parto y posparto, sean vistos como cuerpos biologicistas y objetos donde se debe de ejercer la medicina, sin contemplar las emociones, sensaciones y experiencias que transitan a la hora de concurrir a los centros de salud. Por consiguiente, las distintas etapas de gestación, se transforman en episodios donde la pérdida de individualidad, intimidad, sostén y escucha, dan lugar a una sucesión de rutinas e intervenciones médicas innecesarias;en las cuales escasas veces son decididas desde la reflexión y el respeto por el mundo afectivo de la persona en gestación.

De este modo, se considera necesario pensar alternativas de acción acordes a las necesidades que surgen y manifiestan, las personas gestantes, en este nuevo contexto social.

Universidad Nacional Arturo Jauretche
Calchaquí 6200 (1888), Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires, Argentina
Tel: +54 11 4275-6100 | www.unaj.edu.ar

ISSN 2545-7128

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