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Por Daniel Carceglia
En reflexiones posteriores, y a la luz de diversas tareas conjuntas -y de sus propias experiencias educativas-, Ivanio e Ivo Dickman fueron elaborando nuevos aportes que permiten articular aún más profundamente la propuesta de las 10 didácticas freireanas en las tareas educativas. El texto que las recoge permanece aún inédito, pero en nuestras conversaciones cotidianas aparecen estos temas, que con su permiso glosamos al artículo.
Los cuatro momentos
Por un lado una división del trayecto, de la propuesta, de la clase (habrá que adecuar eso a cada decisión pedagógica) en cuatro momentos: Propedéutico, Investigativo, Propositivo, de Cierre. Cada uno de estos momentos congrega en sí algunas de las didácticas freireanas contempladas.
Así, el primero de ellos, el Momento Propedéutico, está compuesto por las pedagogías de la acogida y de la pregunta. En este momento el/la educador/a hace su aproximación al curso y le da la bienvenida con alguna dinámica de grupo, un juego colectivo para descontracturar y “romper el hielo”. Recibe a sus educandos y educandas integralmente, demostrándoles que tiene los brazos abiertos para construir un espacio pedagógico plural, múltiple. Consolida la idea de que la diversidad es bienvenida en este ambiente unificador.
En el segundo momento, el Momento Investigativo incluye la pedagogía del tema generador, la pedagogía de la contextualización y la pedagogía de la reflexión. Es el momento de comenzar a identificar y a analizar el mundo de los educandos y educandas (que es el mundo del/la educador/a también) para comenzar el diseño del contenido programático. Éste debe surgir y estar conectado con la realidad del curso. Este contexto concreto es la base sobre la cual se construirán los próximos pasos del proceso pedagógico. Sólo tiene sentido reflexionar si reflexionamos sobre el mundo en el cual estamos insertos, y no simplemente elucubrar sobre abstracciones en las que no podemos intervenir ni transformar.
Llegamos ahora al tercer momento que es el Momento Propositivo. Está compuesto por tres pedagogías: la pedagogía de la investigación temática, la pedagogía de la praxis y la pedagogía de la sistematización. Es hora de modelar la operatividad de nuestra intervención pedagógica. Ya tenemos los elementos necesarios para la praxis educativa, construidos en los momentos anteriores. Esta praxis debe dedicarse a los problemas encontrados en el diálogo entre el/la educador/a y los/as educandos/as en vista a las soluciones que propicien una transformación estructural. Actuar y reflexionar, reflexionar y actuar. Sistematizar la práctica para poder hacer aún mejor, para eso es este momento.
El cuarto momento será el Momento de Cierre. Compuesto por las pedagogías del diálogo y del agradecimiento, es el momento que encamina el cierre del ciclo pedagógico. Cerrar un ciclo muestra que sus objetivos fueron concluidos, conquistados, y que nos podemos despedir más completos, más plenos, renovados y animados en nuestra mística colectiva. En este momento de la didáctica freireana estamos en presencia de personas más maduras, que se propusieron un trayecto formativo desafiador en común. Por eso, es un tiempo de apertura a nuevas posibilidades a través de los aprendizajes construidos colectivamente.
Tres implementaciones posibles de las didácticas freireanas
De la reflexión y la mirada atenta sobre las acciones educativas, surge este aporte para comprender algunas de las maneras en que los autores conceptualizan la planificación en el uso de las didácticas freireanas.
- Como una estrategia pedagógica, iluminando todas las acciones e intervenciones pedagógicas; opera como una directriz para las actividades pedagógicas. Ante una duda sobre qué hacer, al modelar una intervención, se podría recurrir a los principios presentes en las diez pedagogías que componen la didáctica freireana. Así la pedagogía freireana sirve como soporte para no apartarse del camino y sostener una intervención crítica.
Hacer de la didáctica freireana una estrategia pedagógica es tener la claridad de qué tipo de intervención educativa estamos dispuestos a concretar. Un modo de educar transformador, en el que la realidad se impone en el espacio educativo como punto de partida y de llegada en una visión dialéctica del mundo, donde tensionamos para transformar y somos tensionados por la realidad con vistas a su sostenimiento.
- Como un trayecto educativo, utilizando los cuatro momentos y las diez pedagogías como un camino gradual para preparar las acciones educativas. Iniciar la jornada con la pedagogía de la acogida y finalizar con la pedagogía del agradecimiento. Esa visión de trayecto es muy útil en tanto estamos aprendiendo y dominando las diez pedagogías, en un proceso de aproximación a la didáctica freireana.
Imaginar la preparación de la intervención pedagógica, planificarla en sus cuatro momentos, paso a paso. ¿Cómo iniciar para acoger al curso y estimularlos en los primeros diálogos? ¿Cómo iniciar la fase investigativa y obtener las informaciones que necesitamos? ¿Cómo modelar, con la participación de los/as educandos/as, las acciones concretas? Y, finalmente, cómo dialogar y agradecer al cierre de la jornada.
De esta manera se recorren cada una de las pedagogías constitutivas de la didáctica freireana.
- Como una caja de herramientas, en este escenario se podrían adoptar dos esquemas. En el primero se podrían utilizar algunas de las diez pedagogías de modo intuitivo, y entonces sumar las demás con el correr del tiempo hasta incorporar todas y tener la certeza de que cada una de ellas se hace presente en el proceso educativo; o, en el segundo esquema se podrán contemplar las diez pedagogías de forma – más o menos – aislada y utilizar aquella que fuera más útil en determinada situación. En la apertura de un nuevo curso, por ejemplo, intensificar la pedagogía de la acogida, en tanto que en un curso que tiene más tiempo recorrido en conjunto puede profundizar los diálogos con la pedagogía de la reflexión y de la investigación temática.
En las conversaciones con Ivanio estos aportes surgen como sugerencias, indagaciones, instigaciones para que los y las educadoras se sientan más libres, con más confianza, y puedan aventurarse a ser creativos/as en la implementación de la propuesta.
Citando a Paulo Freire
“Experimentamos métodos, técnicas, procesos de comunicación. Superamos procedimientos. Nunca abandonamos la convicción, que tuvimos, de que sólo en las bases populares y con ellas podríamos realizar algo en serio y auténtico. De ahí que jamás admitiremos que la democratización de la cultura sea su vulgarización ni tampoco que sea algo fabricado en nuestra biblioteca y entregado luego al pueblo como prescripción a ser cumplida”.
Universidad Nacional Arturo Jauretche
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ISSN 2545-7128