Por Bárbara García Godoy.
Trabajadora Social. Profesora de la Carrera de Trabajo Social UNAJ y de UBA.
Hace poco más de un año se inició el dictado de la Carrera de Trabajo Social en la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Y este cuatrimestre un número importante de estudiantes iniciaron su cursada en la primera materia troncal: Teoría de la intervención. Cuestión social y pobreza. En el marco de este proceso surge permanentemente el interrogante acerca de esta disciplina y su campo profesional, atravesado por la propia mirada de los/as estudiantes y la de los “otros” que integran sus grupos sociales de pertenencia. Estos interrogantes no son nuevos para los trabajadores sociales, surgen permanentemente y constituyen un objeto de reflexión que se sostiene a lo largo del tiempo. Claro está, las respuestas que se van acuñando incorporan nuevas perspectivas y proponen mejores desafíos.
Alfredo Carballeda, referente indiscutible de nuestro campo profesional, generosamente contribuye en esta ocasión con este texto que generosamente comparte aquí, en el cual propone un recorrido que ayuda a conocer al trabajo social, y las búsquedas que los trabajadores/as sociales realizamos, recuperando nuestra historia y la matriz latinoamericana que nos construye.
La necesidad de problematizar acerca del campo disciplinar elegido y de construir una mirada propia, desimpregnada del sentido común y donde empiezan a jugar las categorías teóricas constituyen parte central del desafío emprendido. En estas líneas se abordan elementos que configuran lo nodal en este campo. Conceptos que nos ayudan a comprender en otra clave, y a su vez nos construyen: el otro, el lazo social, lo territorial, la injusticia, los derechos humanos, las necesidades y demandas, la política social… desde un pensamiento situado en nuestra tierra, y nuestra cultura.
Este texto además sea posiblemente una buena carta de presentación para quienes quieren interiorizarse sobre el trabajo social, y tal vez pueda ser un motivador para arribar a una definición en el complejo proceso de búsqueda de proyecto personal y laboral.
¿Qué nos hace ser trabajadores sociales? ¿Por qué el Trabajo Social?
Por Alfredo J. M. Carballeda.
Trabajador Social. Diplomado Superior en Ciencias Sociales con mención en Sociología (FLACSO) Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Magister en Trabajo Social / Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo. Brasil. Dr. En Servicio Social / Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo. Brasil. Profesor regular de la Carrera de Trabajo Social UBA y de la Facultad de Trabajo Social UNLP. Docente de posgrado en distintas universidades argentinas y latinoamericanas. Autor de numerosas publicaciones, de referencia para el colectivo del trabajo social en particular y de las ciencias sociales en general.
Algunas aproximaciones acerca del origen de esta profesión:
Entiendo que lo que nos convoca es simple y se puede expresar en pocas palabras. Nos hace querer ser Trabajadores Sociales; la preocupación por el Otro expresada en la desigualdad; la injusticia, los Derechos Sociales, el padecimiento, el aislamiento, la estigmatización. En definitiva una serie de temas que se van presentando y reformulando a través de diferentes momentos históricos y que se expresan en numerosas áreas de intervención de nuestra profesión.
A su vez, es posible pensar en diferentes formas protohistóricas de este campo disciplinar. Las desigualdades sociales ligadas a los procesos de urbanización; las formas asociativas que se construyen alrededor de los primeros sindicatos y mutuales, la necesidad de desarrollos de intervención social en campos específicos como: salud, justicia, educación e, incluso las formas organizativas más lejanas en el tiempo ligadas a los inicios de los movimientos sociales que se gestan en diferentes formas de resistencia a las desigualdades sociales que aparecen en América luego de la conquista.
Más allá de las diferentes posibilidades presentadas. Todas coinciden en un común denominador: la preocupación por el Otro. El desarrollo de este tema varía según las épocas, marcos conceptuales y concepción del sujeto de intervención de nuestra disciplina.
Desde esta mirada, es posible especular que también existen diferentes formas de expresión de ese campo de preocupación y que estas no solo se vinculan con el Trabajo Social, sino que también con otros como; la medicina, la psiquiatría, el derecho o la pedagogía.
En el caso del Trabajo Social esa preocupación surge de los efectos de la Cuestión Social como expresión de la génesis de diferentes problemas sociales en distintos momentos históricos. En otras palabras, la mirada hacia la otredad, es una preocupación centrada en las desigualdades, necesidades y problemas sociales. Esa cuestión en el caso del Trabajo Social la visibilizamos como significativa a partir de la noción de solidaridad. Entendemos que desde allí se fueron construyendo formas de protección social que de diferentes maneras fueron dando cuerpo a este campo profesional.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta que los inicios de la profesionalización del Trabajo Social se pueden ubicar a fines del siglo XIX, cuando las diferentes crisis económicas que atraviesan ese contexto a nivel mundial construyen nuevos interrogantes; por un lado preguntas acerca de la sociedad, su conformación, integración y des integración y por otro alrededor de como intervenir en lo social para resolver los efectos de esas crisis.
Justamente en ese momento emergen dos campos dentro de las Ciencias Sociales: El Trabajo Social y la Sociología.
¿Qué nos hace querer ser Trabajadores Sociales?
El Trabajo Social, si bien se funda en la preocupación que mencionamos más arriba, también implica una integración de aspectos teóricos e instrumentales.
Es decir, que ser trabajadores sociales nos lleva a adquirir elementos teóricos y conceptuales para la comprensión y explicación de los problemas sociales, pero también para obtener instrumentos y conocimientos concretos que nos sirvan para una forma de práctica singular que llamamos Intervención en lo Social.
En ese aspecto ser trabajador social implica un compromiso con ese Otro, que en términos más concretos se traduce en llevar adelante procedimientos, prácticas, aplicaciones instrumentales que se relacionen con la elucidación , en tanto una profundización reflexiva del conocimiento de lo social, y la resolución, orientación, apoyo, generación de formas de organización en el terreno de las necesidades y los problemas sociales.
Por otra parte la intervención del trabajo social se ubica en el terreno de la sociabilidad, en la tensión entre integración y desintegración que convive en nuestras sociedades, en forma singular, desde la conquista de América en el lugar de la construcción, fragmentación y disrupción de los lazos sociales.
De ahí la importancia de llevar adelante estrategias de intervención social desde una perspectiva situada en nuestra realidad nacional y latinoamericana que de significado y oriente la resolución de problemas sociales; el fortalecimiento y recuperación de formas de saber, conocimiento y sostenimiento de los lazos sociales como así también, la facilitación y promoción de formas organizativas. Así, la preocupación por el Otro comienza a transformarse en acción.
Ser trabajador social, nos convoca a involucrarnos en muchísimos aspectos de nuestra realidad latinoamericana, para desde allí tomar los elementos que nos pueden ser útiles para entender y actuar sobre los efectos de la Cuestión Social.
También ser trabajador social es estar ahí, donde se entrecruza lo micro social, lo singular, lo territorial con los condicionantes y características de lo macro social. Estar en el lugar donde se expresa el padecimiento que originan las diferentes expresiones de la cuestión social. En ese espacio donde el dolor que produce la desigualdad, la desintegración de la sociedad se expresa en cada persona, en cada cuerpo inscribiéndose en lo singular, se expresa a través de la palabra, tratando de resolver, transformar, re enlazar al sujeto con su historia, con su cultura, con lo colectivo, con lo propio.
¿Qué hace el Trabajo Social?
El Trabajo Social es una disciplina del campo de las Ciencias Sociales, como tal, utiliza aportes teóricos de éstas y aporta desde diferentes modalidades a la construcción de conocimiento de éstas; por un lado desde la Investigación de las temáticas que aborda, por otro, a partir de la Investigación acerca de sus procedimientos de intervención social y también desde el desarrollo de la intervención disciplinar.
El Trabajo Social interviene muy ligado a la vida cotidiana, donde las personas interactúan con su contexto micro social, construyen significados y formas de comprensión y explicación acerca de lo que está ocurriendo.
Su acción se apoya en principios vinculados con los Derechos Humanos y la Justicia Social. A partir de su propio devenir histórico el Trabajo Social, construye sus propios aportes teóricos e instrumentales, éstos se relacionan con diferentes épocas y marcos conceptuales.
El Trabajo Social basa su metodología en un cuerpo sistemático de conocimientos, sustentados en la experiencia y en diálogo con diferentes teorías, derivados de la investigación, la contrastación con la práctica y su reelaboración teórica, construyendo conocimiento desde su intervención.
La profesión de Trabajo Social, desde su práctica y a través de procesos de investigación elabora estrategias de intervención social que llevan a la prevención, resolución y reparación de los efectos que producen los problemas sociales; el fortalecimiento y recuperación de formas de saber, conocimiento y sostenimiento de los lazos sociales; la facilitación y promoción de formas organizativas.
A su vez, aporta al establecimiento y gestión de servicios y políticas sociales, abarcando acciones desde lo individual, hasta la política pública, la planificación y la programación.
Orienta a los sujetos de intervención en relación a sus capacidades y habilidades, se propone promover la facultad de autodeterminación, autonomía y socialización, facilita la accesibilidad y ejercicio de los derechos sociales y civiles, gestiona y promueve diferentes dispositivos del sistema de protección social.
A su vez, desde su peculiaridad, se constituye como una práctica que desde la palabra, la mirada y la escucha, actúa en; orientar, formar, planificar, administrar, intermediar, organizar, asesorar, promover prácticas sociales, acompañar, desarrollar y fortalecer grupos, comunidades, movimientos sociales.
El Trabajo Social, en síntesis interviene en un gran abanico de situaciones, estas siempre dialogan con la cuestión social entendida como una consecuencia de las desigualdades y la fragmentación de la sociedad. De ahí que el horizonte de intervención de esta disciplina dialogue intensamente con el lazo social, con la problemática de la integración social y cultural intentando no solo resolver o acompañar, sino también en procesos de apropiación y visibilidad de los condicionantes y causalidades que construyeron la demanda de la intervención.
Los órdenes de la Intervención del Trabajo Social. La Singularidad de la Profesión.
El Trabajo Social lleva adelante su acción profesional, a través de la Intervención en lo Social a partir de tres registros (Órdenes) que marcan su singularidad. Los mismos se relacionan entre sí, interactúan y conforman la intervención en forma de proceso y le confieren cierta unidad conceptual. Pensar en diferentes órdenes de intervención, implica, reconocer una articulación y combinación de elementos que se asocian de manera singular, pero que conforman, en tanto solidificación de la misma un dispositivo.
En principio, si analizamos la singularidad del Trabajo Social desde la demanda; lo que convoca a intervenir es el Problema Social a veces asociado a la noción de Necesidad. Podemos interpretar ese momento como un primer registro de lo que está ocurriendo en el proceso de intervención social, ese registro, en tanto orden, nos habla de la comprensión y explicación que el sujeto de intervención tiene del Problema, su nivel de preocupación, alarma e incluso de inscripción en términos de padecimiento. Desde ese orden, que se presenta en la demanda, esta interpela al conocimiento que se tiene sobre ésta. ¿Qué sabemos acerca de aquello que está construyendo en términos de demanda?, ¿cómo se expresa, el Problema Social / Necesidad, a través de la palabra, en términos de imaginario social, representaciones, construcciones discursivas en las características de esa demanda?
En un segundo registro; (Orden), desde la intervención del Trabajo Social, surge la pregunta acerca del lugar, espacio, territorio, situación. Es decir; ¿dónde, transcurre ese relato que estamos escuchando y observando?, ¿cómo se inserta, dialoga, se interrumpe, se hace más complejo o favorable en términos de lazos sociales? Ese Otro que demanda intervención, es un ser situado, histórico y social, perteneciente a una cultura, a una memoria colectiva que se expresa en espacios micro sociales atravesados por lo macro social. En otras palabras si el primer registro ( orden ) se relaciona con la demanda y la presentación de ésta, en el segundo la intervención se inclina a; por un lado tratar de entender, conocer en profundidad, aquello que se está demandando como algo contextualizado, situado, pero también, además de conocer, el tiempo espacio donde se construye e inserta ese sujeto de intervención , dentro del proceso de intervención del Trabajo Social, ese saber, se orienta a la construcción de alternativas de resolución, orientación, acompañamiento, en función del Problema / Necesidad que construyó la demanda.
El tercer registro (orden) de la intervención del Trabajo Social, se puede ubicar en la relación que se construye entre la demanda, los lazos sociales y el Sistema de Protección Social. En este aspecto aparece como otro elemento de la construcción de la intervención social, este se relaciona con algunos aspectos fundacionales de la intervención que se vinculan con el papel del Estado y la Organización Popular. La gestión de recursos, implica una relación de la intervención del Trabajo Social con la accesibilidad a, derechos, articulaciones institucionales, políticas sociales, en definitiva diferentes vías posibles de resolución de problemas y necesidades, vinculación con otros y la articulación con respuestas colectivas y organizativas.
Esta mirada, centrada en la especificidad del Trabajo Social desde su intervención se propone como una forma de análisis de las prácticas articulando diferentes aspectos de las mismas que pueden ser organizadas en diferentes registros, a través del conocimiento, la palabra, la mirada, la escucha que implican una multiplicidad de interacciones que se inscriben tanto en las prácticas como en la subjetividad de unos de otros.